¿Cómo evitar los peligros asociados a una caída?

Ejercicios para prevenir riesgo de caídas

Entrenar fuerza y equilibrio, así como revisar la visión y audición para evitar tropiezos son algunas de las acciones que los especialistas recomiendan para prevenir los principales peligros asociados a estos accidentes, que sueles ser comunes a medida que avanza la edad y pueden causar desde luxaciones hasta complejos traumatismos y fracturas severas.

 

A medida que nuestra edad avanza, es importante reforzar el cuidado de nuestra salud y calidad de vida, porque el debilitamiento óseo y la pérdida de masa muscular se traducen en menos energía y resistencia para enfrentar las tareas cotidianas.

 

Esto implica un aumento considerable del llamado síndrome de fragilidad, así como del riesgo de sufrir caídas, probabilidad que es exponencialmente más alta, si la persona lleva una vida sedentaria y no practica actividad física regular.

 

En Chile, de acuerdo con cifras del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA), un tercio de los mayores de 65 años se caen al menos una vez al año, proporción que sube a un rango de entre 40 a 50% entre los mayores de 75 años.

 

Asimismo, cerca de 20% de las personas que sufren estos accidentes requieren atención médica o incluso hospitalización, debido a la gravedad de las lesiones.

 

Los registros indican, además, que 50% de los adultos mayores que se caen padecen dos o más de estos accidentes al año, lo que incrementa aún más el peligro de sufrir lesiones severas, cuyas consecuencias pueden ser incluso invalidantes o fatales, debido a que la resistencia muscular y ósea del adulto mayor es menos resistente que la de un menor de edad o adulto joven.

 

Al respecto, los especialistas de la Clínica de Recuperación de Lesiones (CRL) afirman que una caída en un adulto mayor es la principal causa de lesiones traumáticas en este grupo etario, instancia que constituye un “peligro muy frecuente, pero evitable”.

 

Según la directora médica de Clínica CRL, Dra. Daniela Cuadra, las caídas “no solo provocan fracturas o traumatismos, sino también una pérdida de autonomía, miedo a volver a moverse y un deterioro progresivo de la funcionalidad”.

 

Del mismo modo, a diferencia de lo que ocurre en pacientes más jóvenes, una caída en un adulto mayor no se puede considerar como un accidente asilado, pues en un gran porcentaje de los casos “suele ser un síntoma de que hay algo deteriorado en la salud, la movilidad o el entorno del paciente, y necesita atención”, detalla la facultativa.

 

Prevenir es fundamental

 

Precisamente el período de recuperación posterior a los eventos de esta naturaleza son la etapa más compleja de cualquier caída, pues involucra diversos factores interrelacionados tales como, por ejemplo:

 

  • Fragilidad ósea, generalmente producida por osteoporosis, que retrasa la consolidación de fracturas.
  • Pérdida de masa muscular y fuerza, conocida como sarcopenia, que limita la rehabilitación.
  • Temor a volver a caminar o realizar actividades cotidianas, lo que agrava el sedentarismo y acelera el deterioro físico.
  • Eventuales complicaciones médicas como infecciones, úlceras o descompensaciones cardiovasculares, sufridas por algunos pacientes en condición más débil.

 

Ejercitar masa muscular para prevenir riesgo de caídas.No obstante, las caídas si se pueden prevenir en forma efectiva, a través de medidas prácticas que pueden reducir en alto porcentaje el riesgo, con tan solo adoptar acciones sencillas.

 

Según la Dra. Daniela Cuadra, una de ellas consiste en mantener la fuerza y el equilibrio, “mediante ejercicios guiados por profesionales, como entrenamiento funcional, caminatas o programas de equilibrio y coordinación”.

 

Así mismo, es conveniente que la persona interactúe en instancias (como clubes de adultos mayores o cursos dictados por instituciones particulares o municipales), donde pueda practicar disciplinas que le permitan optimizar su energía, fortaleza física y concentración, como pilates, yoga y gimnasia funcional, por ejemplo.

 

Otras recomendaciones importantes son:

 

  • Revisar la visión y audición regularmente, para puedan reducir el riesgo de tropiezos.
  • Controlar la medicación, especialmente si produce mareos o somnolencia.
  • Retirar alfombras sueltas y cables atravesados, y mejorar la iluminación en pasillos y baños.
  • Utilizar siempre calzado cómodo pero firme, con suelas antideslizantes y que sujete bien el pie.

 

La directora de Clínica CRL también enfatiza que la rehabilitación y el movimiento son claves para asegurar una adecuada recuperación tras una caída. “La rehabilitación temprana y guiada por profesionales es fundamental, pues el movimiento seguro, progresivo y supervisado permite recuperar fuerza, coordinación y confianza”, asegura.

 

Además, puntualiza que las terapias asistidas de recuperación ayudan a evitar la pérdida de masa muscular, “que es determinante para mantener la autonomía en la vejez”.

 

Todos estos cuidados se deben combinar con actividad física constante en los adultos mayores, pues diversos estudios demuestran que mantenerse físicamente activo en la adultez mayor mejora la calidad de vida, el estado de ánimo y la independencia funcional.

 

“El ejercicio regular, aunque sea caminar, bailar o realizar rutinas suaves de fuerza y equilibrio, estimula la liberación de endorfinas, mejora la salud cardiovascular y mantiene la masa muscular, clave para prevenir caídas y dependencia”, enfatiza la doctora Cuadra.

 

¡¡FELIDAY SIEMPRE TE CUIDA!!

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