Expertos coinciden en la importancia del cuidado y limpieza dental periódica, para prevenir el riesgo de que esta patología se presente en adultos mayores.
Mantener buena higiene en dientes y encías durante toda la vida, no solo es importante desde el punto de vista estético
También es vital para nuestra salud general, pues una mala salud bucal puede llegar a tener impacto profundo impacto en otros órganos de nuestro cuerpo, incluido el cerebro.
Así lo explica la académica de la Universidad de Talca y presidenta de la Sociedad Chilena de Odontogeriatría, Soraya León Araya.
La profesional comenta que las bacterias bucales vinculadas a enfermedades de las encías, como la porfinomona gingivalis, “viajan a través del fluido vascular y van hacia la zona cerebral”.
Dicha relación, motiva a los expertos a concluir que existe una alta probabilidad de que estas bacterias puedan incidir en la aparición de otras patologías, como el mal de Alzheimer.
Estudios constantes
Si bien la relación entre la mala higiene bucal y el Alzheimer aún no se verificado por completo, los expertos internacionales siguen investigando para precisar la naturaleza de dicho vínculo.
Al respecto, el académico y periodoncista de la Universidad de Talca, Miguel Ángel Rojas, enfatiza la presencia de ciertos indicios que podrían demostrar esta hipótesis.
“Por la reacción inflamatoria que generan estas bacterias, efectivamente pueden estar dentro las causas que originan el Alzheimer”, indica el especialista.
Del mismo modo, Rojas piensa que estos patógenos bucales “también podrían ser causantes de otras enfermedades crónicas, como las alteraciones cardiovasculares”.
Escenario de riesgo que impulsa constantes investigaciones científica y académicas, tanto en Chile como en el resto del mundo.
Prevención y el rol del cuidador
Ante este desafiante contexto, los expertos enfatizan en aplicar medidas básicas de higiene bucal periódica, para evitar que las encías estén enfermas.
“Al menos dos cepillados al día, en la mañana y en la noche, ojalá con una pasta que tenga flúor para proteger los dientes”, precisa la académica Soraya León.
“También es muy importante el uso de algún elemento para limpiar entre los dientes, a eso le llamamos higiene interproximal, que puede ser hecha con seda dental”, agrega.
De todos modos, la académica comenta que en personas mayores es más indicado realizar esta higiene con cepillos interproximales, debido al espacio que hay entre los dientes”.
Junto a esto, la docente de la Universidad de Talca sugiere usar algún tipo de enjuague con antimicrobiano, como la clorhexidina, por ejemplo.
“Pero este debe ser recomendado por algún odontólogo, e incluir controles periódicos en personas con Alzheimer, ojalá cada tres meses, para prevenir cualquier problema mayor”, indica.
La académica explicó, además, que, en el caso de pacientes que requieren apoyo de otra persona para su cuidado, “la mantención de la higiene bucal es el principal desafío”.
En estos casos, “el cuidador debe estar pendiente de recordarlo o de ayudar a la persona en situación de discapacidad, para realizar ese procedimiento”, enfatiza la experta.
Al respecto, el profesor Rojas también subraya la necesidad de capacitar a los cuidadores en el uso de herramientas avanzadas,
“Por ejemplo -destaca- el uso de un cepillo LED o de técnicas de higiene para el paciente, con el fin de mantener un equilibrio a nivel de su cavidad oral y favorecer su calidad de vida”.
Especialistas en cuidado bucal de personas mayores
La odontogeriatría es una especialidad que trata problemas de pacientes que, por su envejecimiento fisiológico, han sufrido alteraciones en la zona bucodental.
En Chile, la Universidad de Talca, es la única institución de educación superior que cuenta con programas de especialización y líneas de investigación en esta área.
Actualmente, sus docentes investigan y desarrollan una nueva línea de trabajo para tratar la enfermedad más prevalente en el mundo: la caries dental en población con Alzheimer.
“Es muy difícil hacer tratamientos bucales en ellos y estamos trabajando en terapias no invasivas, por ejemplo, mediante el uso de fluoruros específicos”, concluye la doctora León.