Si has empezado a tener síntomas de incontinencia urinaria, lo primero que debes saber es que esta condición puede ocurrirle a cualquiera de nosotros, sin importar el sexo o la edad.
Lo importante es abordar el tema sin temores ni pudores, aceptándolo como una parte normal de nuestras vidas y aplicando todas las estrategias, naturales o medicinales, que nos ayuden a sobrellevarlo de la mejor forma.
Una estrategia muy efectiva para enfrentar la incontinencia y mitigar sus efectos, tanto en mujeres como hombres, es practicar los llamados “Ejercicios de Suelo Pélvico”, también conocidos como “Ejercicios de Kegel”.
Quizás es la primera vez que oyes hablar de ellos o tal vez tienes una vaga idea de haber escuchado sobre su existencia.
Sin embargo, más allá de tus legítimas dudas, los especialistas coinciden en que los ejercicios de Kegel son una de las mejores formas de aliviar los efectos de la incontinencia. Especialmente cuando recién comienza a manifestarse en nuestra vidas.
¿Qué son los ejercicios de Kegel?
Desde el punto de vista fisioterapéutico, los ejercicios de Kegel son rutinas especialmente pensadas para fortalecer los músculos que controlan el flujo de orina.
En otras palabras, mediante su práctica constante podemos prevenir o mitigar las pérdidas de orina involuntarias características de la incontinencia.
Para practicar los ejercicios de Kegel en forma correcta, primero debes aprender cuáles son los músculos que necesitas ejercitar.
Si eres mujer, intenta lo siguiente:
- Coloca un dedo dentro de tu vagina y trata de apretarlo mediante los músculos pélvicos que lo rodean, pero sin contraer el abdomen o los muslos.
- También puedes imaginar que estás sentada sobre una pelota y que intentas levantarla con la vagina.
Si eres hombre, trata lo siguiente:
- Aprieta los músculos de las nalgas como si estuvieras conteniendo gases.
Otro método efectivo (tanto en hombres como mujeres) para identificar los músculos pélvicos que necesitamos entrenar mediante los ejercicios de Kegel, consiste en interrumpir el flujo (chorro) de orina una o dos veces, cuando vamos al baño.
Sin embargo, los especialistas enfatizan que esta acción solo debe hacerse únicamente para identificar los músculos correctos. Nunca debe convertirse en una práctica habitual, porque cortar el chorro de orina en forma constante puede ser muy perjudicial para nuestra salud.
¿Cómo realizar los ejercicios de Kegel?
Ante de comenzar tu rutina recuerda que los ejercicios de Kegel NO consisten en cortar el chorro de la orina de forma repetida.
Ahora bien, una vez que ya identificaste los músculos que debes ejercitar, puedes hacer los ejercicios en cualquier posición (sentado o acostado).
Los especialistas recomiendan, en general, practicar los ejercicios de Kegel 3 veces al día, al menos durante 5 días a la semana (aunque el objetivo ideal es hacerlos todos los días).
La rutina básica incluye de tres a cinco series de 10 contracciones, con una duración de 6 a 8 segundos cada una. Todo ello no te tomará más 5 minutos al día (incluso aunque agregues pequeños descansos entre cada contracción).
¿Qué beneficios me aportan los ejercicios de Kegel?
Los ejercicios de Kegel te brindan los siguientes beneficios:
- Reducen significativamente los episodios de “incontinencia urinaria de estrés” (cuando tosemos, reímos, estornudamos o hacemos algún esfuerzo físico).
- Controlan la pérdida repentina de orina en pacientes con incontinencia de esfuerzo (cuando levantamos peso o hacemos ejercicios de fuerza).
- Reducen la presión o el bulto en la vagina causada por prolapso de órganos pélvicos.
- También ayudan a mejorar la incontinencia en pacientes hombres sometidos a cirugías prostáticas.
- Previenen y ayudan a tratar la incontinencia urinaria posparto.
Si bien los resultados de esta rutina pueden variar dependiendo de la anatomía y condición de cada persona, los especialistas concuerdan en que sus beneficios son visibles entre tres a cuatro meses después de que se comienzan a practicar los ejercicios.
Asimismo, al igual que cualquier otro ejercicio destinado a entrenar nuestra musculatura, el efecto de los ejercicios de Kegel no es permanente.
Esto implica que debemos realizarlos en forma sostenida y permanente, si queremos que sus beneficios nos acompañen por toda la vida.
Del mismo modo, antes de comenzar a practicar los ejercicios de Kegel, es importante que evalúes el grado de tu incontinencia con la ayuda de un especialista.
Así descartarás la presencia de cualquier otra patología que requiera tratamiento médico intensivo o algún tipo de intervención quirúrgica.