Practicar ejercicio en forma regular es muy importante para cuidar nuestra salud y mantener una óptima calidad de vida, especialmente durante la tercera edad.
Dentro de las múltiples opciones de actividad física que podemos realizar, el yoga destaca como uno de las más integrales y saludables.
Esto se debe a que tiene bajo nivel de impacto, brinda múltiples beneficios tanto para la salud física como mental, y además puede practicarse en casa o al aire libre.
Algunas de sus principales ventajas son las siguientes:
- Tonifica la musculatura.
- Mejora la coordinación motora, la postura y la flexibilidad corporal.
- Ayuda a superar la ansiedad y el estrés.
- Controla la depresión, regula los problemas del sueño, y mejora la concentración.
- Contribuye a tratar enfermedades como la hipertensión y el asma.
Medicina para cuerpo y alma
El poder curativo integral del yoga ha sido muy destacado por los especialistas, a lo largo de los años.
De hecho, recientes estudios médicos mostraron que las personas afectadas por patologías de origen cardíaco pueden mejorar sustancialmente su calidad de vida, si practican yoga en forma regular.
Esto se debe a que el yoga contribuye a:
- Disminuir el nivel de colesterol malo en la sangre.
- Controlar la presión sanguínea.
- Reducir la frecuencia y severidad de los dolores en el pecho.
Cómo practicar yoga en el hogar
Antes de comenzar a ejercitar, debemos escoger un lugar tranquilo y silencioso, donde no seamos interrumpidos y además tengamos suficiente espacio para poner una colchoneta y recostarnos en ella.
En el invierno podemos optar por ambientes cerrados, dentro del hogar, mientras que en verano es mejor contar con espacios más ventilados y donde circulación el aire.
Una vez escogido el lugar apropiado, necesitamos elegir el momento más adecuado del día para hacer nuestros ejercicios. Los especialistas recomiendan practicar durante la mañana o a media tarde.
Debemos evitar la práctica de yoga demasiado tarde en la noche, porque algunos de sus ejercicios son enérgicos y pueden generarnos dificultad para conciliar el sueño.
Tampoco debemos realizar los ejercicios inmediatamente después de comer, pues algunas de sus posturas se realizan con el cuerpo inclinado hacia abajo, lo que dificultaría la digestión.
Lo ideal es que cada sesión de yoga dure aproximadamente una hora, tal como las clases que se contratan en centros deportivos.
Si por cualquier motivo no dispones de tanto tiempo, planifica tu jornada para que puedas realizar al menos tres sesiones a la semana, de entre 15 y 45 minutos cada una.
Asimismo, a medida que avances en el dominio de los ejercicios y las posturas, también puedes ir sumando tiempo de meditación al finalizar cada sesión.
¿Qué necesitamos para practicar yoga?
Una vez que estamos listos para comenzar a practicar esta disciplina ancestral, debemos proveernos de los utensilios necesarios para realizar nuestros ejercicios de manera cómoda y segura.
Algunos de estos implementos son los siguientes:
Mat
Es muy importante, porque proporciona un soporte acolchado para realizar los ejercicios. Si no tenemos uno, podemos reemplazarlo momentáneamente con una colchoneta básica de espuma o una esterilla gruesa.
Banda elástica
Si bien no es imprescindible, representa una adecuada opción para ejecutar los ejercicios de estiramiento. Otras alternativas viables son una cuerda para saltar o una toalla larga.
Cojín
Es muy importante tener una buena postura durante las clases. Por eso, los especialistas recomiendan sentarse encima de un cojín, para así levantar un poco el coxis. El cojín también puede usarse en aquellos ejercicios donde necesitamos doblar las piernas. Ello evitará molestias a quienes tienen menos flexibilidad.
Ladrillos o bloques
Son implementos fabricados de goma que se utilizan como apoyo para algunos ejercicios específicos. No son totalmente imprescindibles, pero ofrecen un apoyo importante para realizar ciertas posturas.
También es importante contar con una toalla a mano, para ir secando la transpiración, y una manta para la parte final de relajación. Así evitaremos enfriarnos después de hacer nuestros ejercicios.
Si bien cada uno de estos implementos cumple una función específica importante, antes de comprarlos debemos consultar a nuestro profesor si los necesitamos todos de inmediato, o podemos ir adquiriéndolos de manera pausada.
Una vez superada esa interrogante, solo queda relajarnos y disfrutar de todos los beneficios que esta milenaria práctica deportiva le entrega a nuestro cuerpo y espíritu.