¿Cuidas en forma adecuada la salud de tu piel?

Cuidados permanentes de la piel

Nuestra piel necesita, en todo momento, múltiples cuidados y atenciones para preservar su salud, humectación y elasticidad.

 

Esta condición es aún más imperiosa para los adultos mayores, pues el paso de los años hace que su piel se vuelva cada vez más frágil, delgada, seca y menos elástica. También, con el tiempo aparecen manchas, se forman apéndices cutáneos y las heridas tardan más tiempo en curarse.

 

Este envejecimiento de la piel será más evidente si a lo largo de la vida se ha tomado mucho sol, se ha bebido poca agua, se ha fumado en exceso o se han padecido enfermedades como diabetes o patologías renales.

 

Todo ello facilita que la piel se reseque, descame y se vuelva áspera al tacto. Esto, a su vez, puede causar picazón y facilitar que, con la acción de rascarse, se formen heridas susceptibles de infectarse.

 

Por ello, es muy importante seguir algunas sencillas recomendaciones que nos ayudarán a mantener un adecuado nivel de higiene personal y, al mismo tiempo, proteger nuestra piel de los efectos acumulativos de la edad, los malos hábitos y los elementos ambientales.

 

Higiene Corporal Permanente

 

En primer término, debemos recodar que una piel sana requiere limpieza e hidratación permanente. Esta condición debe mantenerse a diario, tanto en adultos mayores sanos como enfermos.

 

Cuida siempre tu piel

Por ello, si no sufres dolencias o discapacidad física, te recomendamos tomar un baño diario, con agua tibia y jabón neutro.

 

Ahora bien, si el adulto mayor tiene problemas de desplazamiento o está en situación de discapacidad, la persona a cargo de su cuidado debes asearlo directamente en su cama.

 

Para ello se necesita un paño humedecido en agua tibia, que debe aplicarse por zonas, de acuerdo con el siguiente orden: cuello, tronco, brazos, axilas, piernas, espalda, pies, genitales y región perianal.

 

Asimismo, es importante ir secando al adulto mayor inmediatamente después de pasar el paño tibio, para que no sienta frío.

 

En este proceso hay que poner especial atención a las zonas con pliegues, secándolas sin frotar y asegurándonos de que no queden húmedas. Con ello evitaremos posibles infecciones.

 

Dependiendo del tipo de piel de cada adulto mayor, es aconsejable utilizar cremas especiales para mantener la hidratación. En cada uno de estos casos es conveniente contar con el diagnóstico previo y el apoyo permanente de un especialista.

 

Cuidados especiales

 

El cuidado de la piel también requiere brindar atención especial a los adultos mayores que permanecen mucho tiempo postrados en cama, pues su poca movilidad impide la normal circulación de la sangre. Esto favorece la aparición de lesiones cutáneas focalizadas, denominadas “escaras”.

 

Para prevenir la formación de estas escaras, hay que cambiar de postura a la persona al menos cada 2 a 3 horas. Ello permitirá una mejor circulación del torrente sanguíneo y evitará las dolorosas consecuencias de padecer estas laceraciones.

 

Otras recomendaciones importantes para cuidar la piel de los adultos mayores, son las siguientes:

 

  • No bañarse ni practicar el aseo personal con agua muy fría o muy caliente.
  • Utilizar jabones de PH neutro, como los de glicerina.
  • En caso de salir a la calle, evitar las largas exposiciones al sol y cubrir todas las zonas expuestas de la piel con cremas bloqueadoras.
  • Beber al menos 2,5 litros de agua al día.
  • Incrementar la ingesta de frutas y verduras en la dieta cotidiana.
  • Preferir la ropa de algodón, pues las fibras sintéticas son más irritantes.
  • Evitar los espacios con ambientes muy secos.
  • No fumar.
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