Aprende a enfrentar la incontinencia urinaria

Incontinencia urinaria

¿Te ha sucedido en alguna ocasión que toses o te ríes muy fuerte y pierdes el control de tu vejiga? ¿O bien, de pronto sientes una necesidad tan repentina y fuerte de orinar, que no alcanzas a llegar al baño?

 

Si has pasado por alguna de estas situaciones, probablemente sufres algún grado de incontinencia urinaria. Pero no te deprimas ni sientas vergüenza. Este problema es mucho más frecuente de lo que crees. Según estudios clínicos afecta aproximadamente a una de cada cuatro personas adultas.

 

¿Cuáles son los tipos de incontinencia?

 

Si bien la incontinencia urinaria es más frecuente a medida que pasan los años, no es una consecuencia inevitable del envejecimiento.

 

Los tipos de incontinencia urinaria más comunes son los siguientes:

 

Incontinencia de esfuerzo: La orina se escapa cuando se ejerce presión sobre la vejiga al toser, estornudar, reír, hacer ejercicio o levantar objetos pesados.

Incontinencia por urgencia: Se experimenta la necesidad repentina e intensa de orinar, seguida de pérdida involuntaria. Puede ser causada por afecciones menores, como una infección, o bien por situaciones más graves, como trastornos neurológicos o diabetes.

Incontinencia por rebosamiento: Se experimentan goteos de orina frecuentes o constantes, debido a que la vejiga no se vacía por completo.

Incontinencia funcional: Es provocada por algún grado de discapacidad física o mental, que impide ir al baño con rapidez. Por ejemplo, artritis grave o movilidad reducida.

Incontinencia mixta: Ocurre cuando se experimenta más de un tipo de incontinencia. La combinación más común es de esfuerzo y urgencia.

 

Urgencia de orinarPara la mayoría de las personas un simple cambio en el estilo de vida ayuda a tratar eficazmente los síntomas de la incontinencia.

 

Sin embargo, también hay casos más agudos o persistentes, que requieren atención médica y tratamiento especializado. Especialmente cuando esta condición afecta nuestra calidad de vida.

 

De hecho, si no acudimos al médico estamos expuestos a los siguientes riesgos:

 

  • Restringir nuestras actividades cotidianas y perder interacción social.
  • Aumentar el riesgo de caídas por ir apresuradamente al baño.
  • Alterar los ciclos de sueño por levantarse reiteradamente durante la noche.

 

¿Qué provoca la incontinencia urinaria?

 

La incontinencia urinaria puede tener diferentes causas. Por ello es importante que ante sus síntomas nos realicemos una evaluación médica exhaustiva, que nos ayude a determinar su origen con mayor grado de precisión.

 

Según su grado de periodicidad la incontinencia urinaria puede ser transitoria o persistente, y algunas de sus causas más comunes son las siguientes:

 

  • Malos hábitos de alimentación y consumo excesivo de alcohol, cafeína, bebidas carbonatadas, aguas gasificadas, edulcorantes, chocolate, ajíes picantes, especias, azúcares y cítricos.
  • Enfermedades subyacentes como diabetes e hipertensión.
  • Consumo de medicamentos para la presión arterial y el corazón, sedantes y relajantes musculares.
  • Trastornos derivados de la menopausia, en mujeres.
  • Problemas físicos y pérdida de movilidad.
  • Estreñimiento e infecciones urinarias.
  • Alteraciones en la próstata, por envejecimiento o enfermedad, en los hombres.
  • Trastornos neurológicos como esclerosis múltiple, enfermedad de Parkinson, accidentes cerebrovasculares, tumores cerebrales o lesiones medulares.

 

Estas condiciones pueden agravarse, a su vez, debido a los siguientes factores de riesgo:

 

Sexo: Las mujeres tienen más probabilidades de sufrir incontinencia de esfuerzo, mientras que los hombres con problemas prostáticos sufren más incontinencia por urgencia y rebosamiento.

Edad: A medida que envejecemos, los músculos de la vejiga y la uretra pierden fuerza. Estos cambios reducen la retención de orina y aumentan la posibilidad de liberarla involuntariamente.

Sobrepeso: El exceso de peso aumenta la presión sobre la vejiga y los músculos circundantes. Esto los debilita y hace que perdamos orina al toser, reír o estornudar.

Tabaquismo: El consumo de tabaco aumenta considerablemente el riesgo de padecer incontinencia urinaria.

Antecedentes familiares: Si un familiar cercano padece incontinencia urinaria, especialmente por urgencia, el riesgo es mayor.

 

Si formamos parte de alguno de estos grupos de riesgo es importante prestar atención a los síntomas de la incontinencia urinaria y requerir ayuda especializada si afecta nuestra calidad de vida.

 

De este modo, podremos evitar sus principales complicaciones, entre las que destacan:

 

  • Problemas en la piel como erupciones, infecciones y llagas.
  • Infecciones de las vías urinarias recurrentes.
  • Repercusión en la vida personal, laboral y las relaciones sociales.

 

¿Cómo combatir la incontinencia urinaria?

 

Si bien no siempre podemos prevenir la incontinencia urinaria, sí podemos mitigar sus síntomas y reducir su impacto en nuestras vidas. Para ello solo debemos incorporar los siguientes hábitos:

 

  • Mantener un peso saludable.
  • Practicar ejercicios de suelo pélvico.
  • Evitar el consumo de alimentos que irriten la vejiga, como cafeína, alcohol y cítricos.
  • Ingerir más fibra, para prevenir el estreñimiento.
  • Dejar de fumar.

 

Sigue estas sencillas recomendaciones e incrementarás considerablemente tu calidad de vida.

 

Y recuerda que Feliday está siempre contigo, brindándote la seguridad y tranquilidad que necesitas.

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