Cómo prevenir enfermedades cardiovasculares

Enfermedades cardíacas en Chile

Especialistas de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UTalca, enfatizan que la prevención es fundamental para enfrentar este escenario de riesgo, que se acentúa cada día, por el envejecimiento acelerado de la población.

 

Durante 2024, el 28% de las muertes registradas en Chile, tuvieron su origen en enfermedades coronarias, accidentes cerebro vasculares e insuficiencia cardiaca.

 

Este registro posiciona a las patologías cardiovasculares como la principal causa de mortalidad en nuestro país.

 

Ante este crítico escenario, los especialistas de la Universidad de Talca recalcan la importancia de cuidar los factores de riesgo y mantener una vida saludable para así prevenir la ocurrencia de estas patologías.

 

Al respecto, el investigador Diego Arauna comenta que “las enfermedades cardiovasculares son un desafío en cuanto a su diagnóstico y prevención, ya que la ausencia de síntomas no representa que tengamos un sistema cardiovascular sano y (por lo general) el diagnóstico se realiza de manera tardía”.

 

Para el académico, quien también especialista del Centro de Investigación en Trombosis y Envejecimiento Saludable (CITES) y del Centro de Longevidad VITALIS de la casa de estudios, el alza constante de esta cifra se basa en los siguientes factores:

 

  • Envejecimiento acelerado de la población chilena.
  • Alta prevalencia de factores de riesgo vascular.
  • Aparición de síndromes geriátricos emergentes como fragilidad.

 

Según explica Arauna, para reducir estas complejas estadísticas, la atención de las personas así como de los sistemas de salud, debe enfocarse en los factores de riesgo modificables.

 

Es decir, aquellos que se basan fundamentalmente en malos hábitos de vida, como consumo excesivo de alcohol y tabaco, hipertensión arterial, colesterol y/o triglicéridos altos, obesidad, diabetes no controlada, sedentarismo y mal manejo del estrés.

 

Frente a esto, el investigador precisó que, “lo mejor es prevenir y tener hábitos de vida saludables como, por ejemplo:

 

Prevención de enfermedades cardíacas
Una de las principales recomendaciones que los especialistas entregan a la población mayor, es realizarse exámenes preventivos periódicos. Foto: FreePik.

 

El peligro de la fragilidad

 

Uno de los mayores factores de riesgo para toda la población, es el llamado síndrome de fragilidad, que se define como la pérdida progresiva de nuestras capacidades físicas y mentales.

 

Esta condición puede afectar a todos los adultos mayores, y no solo incrementa el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, sino que también empeora la tasa de éxito de los tratamientos.

 

Al respecto, Diego Arauna puntualiza que la fragilidad se asocia al “peor funcionamiento de venas, arterias y corazón, principalmente por problemas de hemostasia, estrés oxidativo e inflamación”.

 

“Sin embargo, la evidencia científica demuestra que el ejercicio físico regular es la mejor herramienta para prevenir la fragilidad y las enfermedades del corazón”, añade el investigador.

 

Recomendaciones

 

Para mantener un corazón saludable e incrementar nuestra calidad de vida, la directora de la Escuela de Enfermería de la UTalca, Claudia Zenteno Cáceres, nos recomienda hacer lo siguiente:

 

Hacer actividad física diaria:

Idealmente hay que realizar al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado (caminar rápido, bicicleta suave) o 75 minutos semanales de ejercicio vigoroso (trotar, nadar rápido).

 

“Lo más fácil de recordar son 30 minutos al día, 5 veces por semana. Se puede dividir en sesiones cortas de 10–15 minutos, si no se puede hacer todo de una vez” explica la profesional.

 

“Si trabajas en escritorio debes levantarte cada 45–60 minutos para caminar; o estirarte por 2 a 5 minutos. Aprovechar pausas para subir escaleras, dar una vuelta al pasillo, o hacer 20–30 sentadillas suaves. También puedes hacer ejercicios sentado: mover tobillos en círculos, estirar brazos y espalda”, añade.

 

Alimentación saludable

Debemos comer más frutas, verduras, legumbres, frutos secosy pescado. También hay que reducir sal, azúcar y grasas saturadas (frituras, embutidos, pastelería industrial).

Esto implica “preferir grasas saludables como aceite de oliva, palta y nueces, además de mantenerse hidratado, principalmente con agua”, explica la profesional.

 

Salud mental y corazón

“La salud mental sí influye mucho en el corazón. El estrés crónico, la ansiedad o la depresión pueden aumentar la presión arterial y elevar hormonas como el cortisol y la adrenalina, que sobrecargan el corazón”, explicó la académica.

 

Al mismo tiempo es esencial reducir hábitos poco saludables como comer en exceso, fumar o ser sedentario.

 

Para reducir el estrés, Zenteno aconseja realizar una respiración profunda, inhalando por 4 segundos, manteniendo otros 4, y exhalando en 6 a 8.

 

También es positivo hacer pausas cortas para desconectarse del trabajo; tener 7 a 8 horas de sueño nocturno; practicar actividades relajantes (escuchar música, caminar, ejercitar yoga, tener hobbies, etc.) y mantener contacto social y apoyo emocional.

 

Acudir a controles médicos

Claudia Zenteno también recalcó la necesidad de controlar los niveles de presión arterial, colesterol y glicemia al menos 1 vez al año; y consultar al médico si hay antecedentes familiares de problemas cardíacos.

 

¡Feliday siempre te cuida!

 

(*)Redactado con aportes de Comunicaciones de la Universidad de Talca

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