El Yoga y su aporte vital para la salud cardíaca

Beneficios práctica de Yoga

Recientes estudios científicos realizados en India, confirmaron la vital importancia de esta milenaria disciplina para reforzar la salud cardiovascular.

 

El Yoga es reconocido mundialmente como una de las disciplinas de relajación, meditación y vida plena, más importantes para el bienestar del cuerpo y del alma.

 

Esta percepción ha sido recientemente reafirmada por una investigación presentada durante el congreso científico Heart Failure 2024, organizado por la Sociedad Europea de Cardiología (ESC)

 

Dicho estudio concluyó que el Yoga centrado en la respiración, meditación y relajación se vincula directamente con una mejora de los síntomas en pacientes con insuficiencia cardíaca.

 

Según explicó el autor del estudio, doctor Ajit Singh, “los pacientes que practicaban yoga además de tomar sus medicamentos se sentían mejor, podían hacer más y tenían corazones más fuertes que aquellos que sólo tomaban medicamentos para su insuficiencia cardíaca”

 

Para el doctor Singh, quien además integra el Consejo Indio de Investigación Médica (ICMR) y la Academia Manipal de Educación Superior de India, estos hallazgos también sugieren que “el yoga puede ser una terapia complementaria beneficiosa en pacientes con insuficiencia cardíaca”.

 

Perspectivas esperanzadoras

 

La insuficiencia cardíaca hoy afecta a más de 64 millones de personas en todo el mundo, y puede tener graves efectos en la calidad de vida.

 

Esto se debe a que los pacientes constantemente experimentan cansancio y pérdida de aliento, lo que les impide realizar una gran cantidad de actividades cotidianas.

 

Por ello, el estudio del doctor Singh cobra mayor relevancia, dado que proporciona nueva y valiosa información sobre los efectos terapéuticos a largo plazo del Yoga.

 

Beneficios del yoga para la salud integralEllo permite a los especialistas trazar nuevas alternativas de tratamientos integrales, que combinen tanto el aporte farmacológico, como los ejercicios de relajación y respiración de esta ancestral disciplina.

 

El estudio incluyó a 85 pacientes de entre 30 y 70 años diagnosticados con insuficiencia cardíaca y atendidos en el departamento ambulatorio de cardiología del Hospital Kasturba en Manipal, India.

 

Todos ellos se habían sometido a algún procedimiento cardíaco, en el último año, y además estaban tomando los medicamentos recomendados por sus médicos tratantes.

 

Se excluyeron de esta investigación los pacientes con síntomas graves o avanzado estado de postración.

 

La edad promedio de los participantes fue de 49 años y 82% de la muestra eran hombres. De forma no aleatoria, se asignaron 40 pacientes al grupo de yoga y 45 pacientes al grupo de control.

 

Todos ellos continuaron tomando los medicamentos para la insuficiencia cardíaca recomendados que indicaron los guías médicos a lo largo de todo el estudio.

 

Metodología de trabajo

 

La enseñanza y entrenamiento de las técnicas de Pranayama (respiración yóguica) estuvieron a cargo de profesores experimentados del Departamento de Yoga del Hospital Kasturba.

 

Todos los participantes fueron supervisados durante una semana y luego se les recomendó que continuaran practicando yoga en casa, una vez a la semana, durante 50 minutos.

 

Asimismo, los pacientes hablaron con un instructor después de cada sesión en casa, para comprobar su respectivo progreso.

 

Los investigadores evaluaron la estructura y función del corazón en los grupos de yoga y de control mediante ecocardiografías, al inicio, a los seis meses y al año.

 

Las mediciones incluyeron la capacidad del corazón para bombear sangre (fracción de eyección del ventrículo izquierdo) y la evaluación de la función del ventrículo derecho.

 

Los investigadores también examinaron la presión arterial, la frecuencia cardíaca, el peso corporal y el índice de masa corporal.

 

La carga de síntomas y la capacidad para realizar actividades ordinarias como caminar y subir escaleras se evaluaron utilizando el sistema de clasificación de la New York Heart Association.

 

Mejora en la calidad de vida

 

En comparación con el grupo de control, el grupo de yoga demostró mejoras significativamente mayores en todas las mediciones a los seis meses y al año, respecto del valor inicial.

 

Ante estos datos, el doctor Singh manifestó que “los pacientes que practicaban yoga tenían corazones más sanos y eran más capaces de realizar actividades ordinarias, como caminar y subir escaleras que aquellos que sólo tomaban medicamentos”.

 

A pesar de estos favorables resultados, el médico e investigador recordó que “Los pacientes con insuficiencia cardíaca deben hablar con su médico tratante antes de comenzar a practicar yoga”.

 

“Además, luego deben recibir capacitación de un instructor experimentado, y no abandonar sus medicamentos recetados”, indica.

 

Singh enfatizó la importancia de esta evaluación previa, dado que el yoga “puede no ser adecuado para pacientes con insuficiencia cardíaca con síntomas graves, los cuales fueron excluidos de nuestro estudio”.

 

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