Mascotas reducen riesgo de discapacidad física

Mujer mayor y su mascota

Con el paso de los años, una de las preocupaciones de salud más recurrentes entre la población es el temor a sufrir algún tipo de discapacidad física que afecte la movilidad e independencia.

 

Al respecto, un reciente estudio realizado por un equipo de especialistas del Instituto de Estudios Medioambientales de Tsukuba, Japón, cuyos resultados fueron publicados en la revista de divulgación científica Plos One, concluye que la tenencia responsable de mascotas, especialmente perros, contribuye a reducir significativamente este riesgo.

 

Esto se debe a que una rutina responsable de tenencia de mascotas, implica sacarlas a pasear a diario, lo cual ayuda a las personas mayores a realizar ejercicio de manera regular, así como a tener relaciones sociales y afectivas más estrechas.

 

El estudio se realizó sobre la base de una encuesta aplicada a 11.233 personas de entre 65 y 84 años, a quienes se les hizo un seguimiento durante 3 años y medio, para comprobar qué porcentaje de ellas comenzaba a desarrollar algún tipo de discapacidad.

 

“Esta relación se mantuvo incluso después de tener en cuenta otros factores sociodemográficos y de salud, como el estado civil, los antecedentes de enfermedades crónicas o el tiempo que las personas pasan al aire libre”, comentan los autores del estudio.

 

El perro, aliado valioso para la salud humana

 

El trabajo realizado por los investigadores japoneses fue incluso más allá de la clasificación genérica de “mascota” y ahondó en los beneficios directos que implica tener un perro como compañero de vida.

 

Esto les permitió concluir que el riesgo de desarrollar una discapacidad física se reduce a la mitad en aquellas personas que tienen perros y realizan ejercicio con ellos, en comparación con los que nunca han tenido un compañero canino.

 

“La mayoría de los dueños de perros llevan a su mascota a pasear con regularidad. De hecho, los dueños de perros tienen cuatro veces más probabilidades que los no dueños, de cumplir con las pautas recomendadas de actividad física diaria”, concluyen los autores del estudio.

 

Adulto mayor y su perroLos investigadores japoneses también se propusieron medir el impacto que tienen los gatos, y se dieron cuenta de que el impacto no es el mismo, dado que los felinos son más independientes y no precisan la compañía de un ser humano para salir a pasear.

 

De esta manera, el equipo asegura que tener un perro puede ayudar a prevenir el desarrollo de la discapacidad, ya que sus dueños tienden a salir de casa para pasearlos. “Pasear perros es una actividad física de intensidad moderada, que parece tener un fuerte efecto protector, al reducir el riesgo de aparición de discapacidad a partir de un menor riesgo de (sufrir síndrome de) fragilidad”, explican.

 

Asimismo, los investigadores aseguran que “este estudio prospectivo es el primero, hasta donde sabemos, en indicar que tener un perro puede efectivamente proteger contra la aparición de discapacidad en los adultos mayores”.

 

Estas conclusiones se basan, en opinión de los autores del estudio, en el hecho de que el cuidado diario, el compañerismo y el ejercicio que entrega convivir con un perro pueden recomendarse como un componente ideal de una política de promoción de la salud, por lo cual, “pueden desempeñar un papel importante en el envejecimiento saludable”.

 

El estudio también mostró que 17,1% de los participantes sufrieron el inicio de alguna discapacidad física (en su mayoría personas sin mascotas), mientras que 5,2% falleció durante el seguimiento llevado a cabo durante el período comprendido entre junio de 2016 y enero de 2020.

 

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