Existe pleno consenso entre la comunidad científica internacional, que la práctica de ejercicio brinda múltiples beneficios para la salud de las personas, tanto a nivel físico como mental.
Es por ello que, en el último tiempo, se han masificado progresivamente entre la población múltiples disciplinas deportivas, tales como fitness, jogging, yoga, ciclismo y pilates, entre otras.
Si bien la gran mayoría de quienes practican constantemente ejercicio son jóvenes o personas menores de 65 años, los adultos mayores también pueden incorporar el deporte a su rutina cotidiana, pues les resulta particularmente beneficioso para la salud y calidad de vida general.
Una de las disciplinas que aporta mayor cantidad de beneficios es el Tai Chí, un ancestral arte marcial de origen chino, que se basa en ejercicios de bajo impacto y gasto energético, pero que ayudan a fortalecer la musculatura y la estructura ósea del cuerpo.
De hecho, aunque el Tai Chí nació como un arte de lucha cuerpo a cuerpo, hoy se lo considera más como una práctica físico-espiritual que mejorar la calidad de vida, tanto física como mental.
Es decir, es muy provechosa para la salud y al mismo tiempo constituye una efectiva técnica de meditación.
¿Cómo practicar Tai Chí?
El Tai Chí se estructura sobre la base de ejercicios suaves de resistencia y equilibrio, que activan todos los músculos de nuestro cuerpo y generan efecto positivo en todos los sistemas del organismo. Esto reduce las tensiones, mejora la circulación, aumenta la fuerza e incrementa la flexibilidad.
La práctica de Tai Chí también activa y ejercita la mente, lo cual ayuda a mitigar el avance de afecciones tales como la demencia senil, el estrés y la depresión. Además, se ha comprobado que ayuda a prevenir el insomnio.
Algunas de las ventajas del Tai Chí son las siguientes:
Mejora la movilidad, equilibrio y postura:
Su práctica aumenta la musculatura abdominal, y al mismo tiempo mejora la movilidad, el equilibrio y la postura de la persona, lo cual ayuda sobre todo a prevenir caídas. Además, al ser un ejercicio de bajo impacto, no provoca desgaste intenso de las articulaciones en zonas como hombros, rodillas y espalda.
Disminuye el estrés y relaja la mente:
El Tai Chí ayuda a reducir el estrés y proporciona un mejor control de las emociones, pues su práctica permite alcanzar un profundo nivel de meditación. Esto aumenta la relajación, mejora la concentración, la autoconfianza y la memoria.
Previene enfermedades:
Recientes estudios relacionan la práctica del Tai Chí con una mayor probabilidad de prevenir afecciones tales como la artritis y un menor riesgo de desarrollar osteoporosis. Además, contribuye a reducir los bloqueos energéticos y las emociones negativas que pueden causar enfermedades y dolores de tipo nociplástico.
Combate el asma, mejora el sistema respiratorio y la capacidad aeróbica:
Como es una disciplina basada en técnicas de respiración profunda, su práctica continua incrementa la capacidad pulmonar y así como la cantidad de oxígeno que inhala el cuerpo. Asimismo, quienes practican Tai Chí, desarrollan una mayor capacidad aeróbica en comparación con las personas sedentarias.
Mejora la seguridad en uno mismo:
La práctica de Tai Chí optimiza la capacidad funcional y la coordinación de los movimientos. Por ende, las personas mayores que lo practican se sienten más seguras en sus desplazamientos y en la realización de actividades básicas. Esto también incrementa la sensación de bienestar general y la independencia.
Ahora que conoces los múltiples beneficios del Tai Chí, ¿te animas a practicarlo en forma continua? Si te entusiasmas y decides convertirte en un cultor, existen diversas instituciones públicas y privadas que realizan clases periódicas de esta disciplina, tanto de manera presencial como remota.
Y recuerda que antes de incursionar en esta ancestral disciplina o de practicar cualquier actividad física, es importante que te practique un completo chequeo médico, para que evalúen tu capacidad física, así como las eventuales precauciones deban tomar, de acuerdo con tu condición física particular.