Tips para una piel saludable

A medida que avanza la edad, la pérdida de movilidad o los largos períodos de postración, afectan directamente a esta zona del cuerpo. Por ello, es imprescindible practicar una serie de cuidados de higiene y salud, para asegurar que el adulto mayor tenga una adecuada calidad de vida.

 

El adulto mayor necesita ciertas atenciones especiales para garantizar una adecuada calidad de vida. Esto es aún más trascendente en aquellas personas que, por causa de su avanzada edad o producto de alguna afección específica, pasan largos período en cama, presentan dificultades en su desplazamiento, o han visto reducida su movilidad y capacidad para valerse por sí mismo.

 

En estos casos, los profesionales a cargo de su cuidado, sean enfermeros, asistentes o kinesiólogos, deben poner particular atención a ciertas situaciones que son especialmente relevantes en el día a día de las personas, entre las que destaca el cuidado de la piel.

 

HIGIENE CORPORAL

Para que una piel se mantenga permanentemente sana, requiere limpieza e hidratación. Ambas acciones deben realizarse a diario, tanto en adultos mayores sanos, como en aquellos que están enfermos, sufren algún grado de postración o tengan movilidad reducida.

 

Si el aseo debe realizarse en la cama, es fundamental practicarlo de manera profunda en todas las diferentes zonas corporales. Para ello, los especialistas recomiendan realizarlo en el siguiente orden: cuello, tronco, brazos, axilas, piernas, espalda, pies, genitales y región perianal.

 

También es muy importante ir secando la piel en forma inmediata, a medida que se avanza por cada una de estas zonas, para así evitar que la persona sienta frío. Asimismo, se debe prestar especial atención a aquellas zonas con pliegues, secándolas con cuidado, sin frotarlas, y asegurándonos de que no queden húmedas, para así evitar posibles infecciones.

 

Del mismo modo, y dependiendo del tipo de piel que tenga cada adulto mayor, es aconsejable utilizar cremas aptas para mantener la hidratación de su cuerpo. En estos casos, es recomendable solicitar la asistencia del médico geriatra de cabecera de cada paciente, o bien, de un dermatólogo especialista, que pueda recetar el producto más apropiado.

 

CUIDADO CON LA PIEL

A medida que avanza la edad, la piel de los adultos mayores se vuelve cada vez más frágil, más seca y menos elástica. Esto se hace particularmente notorio a partir de los 65 años en adelante, por lo que se debe tener especial cuidado con las personas que, por motivos de salud o de pérdida de movilidad, deben permanecer mucho tiempo en cama.

 

Esto, porque la poca movilidad afecta la circulación sanguínea, fomentando la aparición de lesiones cutáneas denominadas “escaras”, las cuales no sólo pueden ser muy dolorosas, sino también peligrosas para la persona, debido a que pueden ser foco de infecciones muy graves.

 

Para prevenir su aparición, se debe mover a la persona y cambiar su postura cada 2 a 3 horas, con lo cual se favorece la circulación de la sangre por todo el cuerpo.

 

Otras recomendaciones importantes que todo cuidador debe considerar, para mantener el buen estado en general de la piel del adulto mayor, son los siguientes:

  • Evitar usar agua muy fría o muy caliente, al momento de realizar el aseo personal.
  • Usar jabones neutros, y sin exceso de perfumes, como el de glicerina.
  • Evitar largas exposiciones al sol, y usar siempre protección solar cuando se esté al aire libre.
  • Beber aproximadamente 2 litros de agua, para mantener una buena hidratación.
  • Procurar que el adulto mayor use ropa de algodón, para no irritar su piel.
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